
Tener una concepción de niño es importante, ya que el cómo los consideremos afectará tanto nuestra manera de tratarlos como las expectativas que tendremos sobre ellos. Pudimos comprobar que hubo una tendencia por considerar al niño como una persona en desarrollo. El hecho de pensar así, hace que se le puedan atribuir características particulares. En los siglos XVII y XVII, esto no sucedía, ya que concebían al niño como un adulto pequeño, lo cual hizo que comparta características y costumbres propias de un adulto.
Con respecto a las características del niño, existe una coincidencia entre las características que se le atribuye a un niño con las que debe de tener; pues la mayoría marcó: espontáneo, curioso y creativo en ambas preguntas. Como aseveramos anteriormente, la concepción que tenemos de ellos afecta en nuestra manera de tratarlos. Por ello, cuando se le preguntan si los niños deben ser tratados con más rigor que las niñas casi la totalidad de los encuestados respondió que el trato debe ser igual. Asimismo, afecta a nuestras expectativas, por lo que cuando preguntamos si los niños deberían comportarse como caballeritos y las niñas como damitas la mayoría dijo que no. Con respecto a la escuela y los maestros, los encuestados tuvieron respuestas que concuerdan con lo establecido por la Ley General de Educación N. 28044 y los objetivos que propone el Proyecto Educativo Nacional (PEN), los cuales no solo se centran en la adquisición de conocimientos, sino también de competencias, valores y habilidades necesarias para desenvolverse adecuadamente en la sociedad como ciudadanos con derechos. Es decir, que saben cual es su rol, sin embargo, no se ha experimentado un cambio sustancial en la educación.
Asimismo, La mayor parte de los encuestados considera que cuando un niño se porta mal, lo mejor es dialogar con él para comprender su comportamiento. Sin embargo, esto no lo evidenciamos en la práctica. Hoy en día, según estudios, aun hay un gran porcentaje de profesores que práctica el castigo físico y psicológico ante los malos comportamientos de los alumnos. Por tal, se ha creado recientemente el programa “Aprendo sin miedo” en respuesta a los castigos aun impuestos. Sin embargo, esta no es la única acción hecha, ya que en el 2006 por resolución ministerial se promulgó como prohibido el uso de castigos físicos.
Para culminar esta encuesta, se les pregunto sobre su vocación. En las respuestas respecto a este aspecto, se evidencia que la mayoría escogió la carrera magisterial por amor a los niños, lo cual es el punto de partida para cualquier enseñanza. Para poder educar hay que amar asegura Ángeles Gervilla autora de Educación y Educación Familiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario